martes, 22 de junio de 2010

Never alone

Entonces me acosté tarde. Y me levanté muy temprano. Fui a la clase de las 8:00 y volví a las 10 y media para ver Francia - Sudáfrica, ambos fuera del mundial ya. Después me tiré re quebrado en la cama y me acordé de los discos sin abrir que tengo. En su envoltorio de celofán y con tanto para apreciar y disfrutar. Abro uno de los que tengo ahí que me regaló Cecilia y me deleito con el sabor que ellos tienen, y no porque un disco se coma, sino porque es toda una sensación de total emoción que vibra en mi corazón (?). El olor a nuevo, las páginas pegadas del secado de la tinta. Tremendo. Nunca en la puta vida, al igual que con fanzines y revistas, podrá internet reemplazar esa magnífica sensación. Una vez me tocó escribir la editorial del Jevi o Pank y le dediqué unas palabras a esa sensación. Qué lindo era llegar a un recital y encontrar el stand con fanzines, discos, parches, pins y publicaciones independientes... sobre todo estaba bueno el tema de los discos usados. Onda, tenías uno en buen estado que te habías hartado de escuchar y lo querías cambiar por otro o venderlo para pegar otro. Tremendo. Ahora eso ya no se encuentra... te cabe un disco, lo googleás, lo taringueás, lo blogspoteás (?). ¡Ojo! Yo tb lo hice. Yo también bajo discos cuando recién salen... ¿Por qué creo que es ventajoso? Porque hay bandas que vienen dando asco con sus últimas producciones y le das previa con el disco bajado de la net y sabés si vale la pena o no comprarlo. Pero tenerlo entre tus manos, el librito con las canciones y los extras que algunas ediciones agregan... es una sensación extrema. Se pueden preguntar a qué carajo se debe este post... ¿Por qué comentar algo tan pelotudo en este momento? Yo tampoco encuentro las respuestas... Si las saben, canten.

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