Mi Cuarto es tan perfecto que lo odio

Mi cuarto ... las que vió pasar. Las que vio ... largas noches de Playstation con los amigos, películas ... noches buenísimas, malísimas, me vio estudiar, aprobar, desaprobar, lo limpio con mucha frecuencia pues es mi habitat diario. Por una cuestión espacial tuve que transformarlo algunos Domingos y Feriados en sala de ensayo ... y en estos dos años que llevo tocando con los Eructo vió mi cuarto pasar cerca de 5 violeros distintos ... qué tiempos ... qué buenas cosas viví ahí dentro. Con los amigos de siempre y con los que no están ahora ... su decoración deja mucho que desear en cuanto a organización pero si tiene un trapo rojo y blanco, un poster del Santo y algún que otro banderín ... no necesita nada más. Tengo asi como una especie de ... repisa con un montón de giladas de cuando era chico que fueron perdurando a lo largo del tiempo y en sus cajoneras ... uhh ... papeles de caramelo, cosas del colegio, cosas de ahora, letras que escribí ... una pelotita de golf que no se qué corno hace ahí ... en fin. Mi cama está tendida siempre. Odio el desorden, y no tiene nada que ver con la rebeldía y el ser adolescente ni nada de nada. Me gusta el orden en mi cuarto porque asi es agradable descansar ahí y saber que si necesitás algo lo encontrás porque está en su lugar y no tirado por ahí ... Después tengo un grande placard donde aparte de guardar mi ropa tengo una parte destinada a la vieja escuela de mi niñez. Hablo de mis autos de colección, juegos de mesas y etc etc etc. En otro cajón grande tengo mi colección de camisetas del Santo, algo que quiero conservar para futuros hijos y nietos puesto que son camisetas desde que nací hasta la actualidad con sus tamaños correspondientes a la edad que tenía cuando las compré. Después tengo la bata desarmada porque armada ocupa mucho lugar. Eso es todo. Qué grande el cuarto! ...