Cargando mi odio

Cuento: La hija de puta de la Cigarra y sus amigos.
Autor: Jnsnsn.

Bueno, como siempre hay cigarras en los cuentos, no vamos a romper con la tradicional cadena y seguiremos usando de protagonista a la cigarra cajetuda esta.

Un día en el bosque estaba la cigarra con los cigarros, los fasos y todos los animalitos del bosque. Entre esa cantidad de gente del bosque, la cigarra tenía 4 amigos, amigos re copados y de los que te bancan en las buenas y en las malas. Siempre salía con ellos cuando había tiempo libre (entre hora y hora) y compartía tragos, humos dulces, risas y madrugadas. La cuestión es que un día la cigarra empezó a tener problemas con un cigarro (importado ilegalmente de Paraguay seguro) y empezó a ausentarse de sus amistades. Ya no frecuentaba los lugares de siempre, abandonaba en todas y la pasaba mal aparentemente. Luego de haber recibido el apoyo incondicional de sus amiguitos, doña cigarra (que era de baja estatura) decidió abrir un poco los ojos y darse cuenta que no era lo suficientemente benigno para ella seguir con este cigarro. Así fue que recuperó un poco la amistad con estos cuatro tipejos que tenía a su lado cada tarde-noche de los días de la semana. Volvieron las viejas andanzas y toda la boludez del bosque. Pasó un año y el bosque ya no era bosque, era una selva totalmente peligrosa, donde si te descuidabas recibías una cosa gigante por atrás y te daban por la sota. A todo esto, el cigarro se había alejado de la cigarra por causas aún desconocidas (pero confiamos en que la CIA y el Grupo Zero y la Coca Zero determinarán pronto las causas). Empezaba el útlimo año para recibirse de bosqueador de bosques cuando la cigarra tuvo nuevamente problemas por razones que también desconocemos pero que sabemos están ligadas en algún punto con el cigarro que se estaba aproximando cuan ameba preparando un ataque mortífero (?). La cosa es que la cigarra no tuvo mejor idea que encarar un personaje de doble cara. Un día tenía una cara de ojete tremendo y cuando sus amigos le preguntaban el por qué, ella solo respondía con frases cortas y secas como: "Estoy bien, no pasa nada". Y había días en los que, por el contrario, la cigarra se hacía por demás la amiga y quería poner en ridículo a sus amigos. Llegado un momento, los amigos se dieron cuenta que algo no funcionaba de manera correcta respecto a la cigarra. Que ella no podía fingir no tener problemas y no contar con los que ella llamaba sus amigos. De ese modo, los amigos se unieron y decidieron calificar a la cigarra como "Cualquiera", por sus actitudes y su falsedad, por reirse y mostrarse perfecta ante sus amigos y a las espaldas sufrir y no querer compartir esto con los que ella misma llamaba sus amigos. Los amigos fueron entrevistados por el diario del ex bosque (ahora selva) y dijeron que no podían contar con ella como amiga porque la amistad va más allá de una salida diaria para reirse y de solo contar las cosas bonitas de la vida, y que si se oculta algo a los amigos es porque no se respetan ciertos códigos selvenses (?) que determinan y delimitan una amistad. La cigarra fue acusada por todos sus amigos como infractora y cruzadora (?) de esa línea que divide la amistad con el simple contacto compañerista. Actualmente la cigarra sigue con actitudes cualquierísticas y hasta contesta de forma hostil pretendiendo ser más que los amigos, que entre ellos son muy amigos y no pierden el sentido de la ubicación. y Colorín Colorado, este cuento se ha acabado.

Conclusión 1: Amigo es el que se banca la puteada de otro amigo por hacer mal las cosas en reiteradas oportunidades, y el que se regocija de alegría al recibir el aliento de los demás amigos cuando las cosas se encaminan o se hacen de manera correcta.

Coclusión 2: Nunca supe qué tipo de bicho hijo de puta es una cigarra.