A nadie

El otro día viendo viejas fotos me envolvió la melancolía. Los días de semana, por las mañanas, iba al colegio. Era un sufrimiento pero ahora lo extraño y me doy cuenta que hay cosas más duras. Molestábamos con mi elite. A la tarde cuando no había Educación Física nos ibamos a jugar al fútbol. Pero siempre por las tardes pintaba Sei Tú o Petrobrás con los pibes. Las andanzas, patinadas, risas, música, coca y tortilla o facturas con AdeS. Pero caía la noche en nuestra presencia mientras la gente pasaba. También pintaba tipo 9 una docena de panchuques que comprábamos en la puerta de Sei Tú junto con otra coca y ya bien llenos, onda 10 menos cuarto, volvíamos caminando. Bajábamos esa avenida. En donde estaba Millenium lo saludábamos a Hugo, que se iba con rumbo sur. De ahí seguíamos bajando hasta El Sauce. Ahí saludábamos al gordo y a chupe, que encaraban rumbo norte. Después bajábamos hasta la Sala Cuna donde yo encaraba rumbo norte también hasta la Salas y Valdez. Y después quedaba Ana solo para caminar hasta su casa, cruzando el canal. Esa era la rutina. La Aconquija era nuestra, y caminar no se nos hacía tedioso porque en Yerba Buena, cualquier distancia es cerca, se llega caminando. Como ir de cuadra en cuadra. En una época, cuando estaba Xan, también era divertido porque no se le entendía muy bien el castellano pero resultó ser un pibe muy bueno. Y esas eran las tardes. Comenzaban a las 17:00 y terminaban de noche, cerca de las 22:00. Llegaba cansado de caminar y molestar, me bañana, comía algo y me ponía a chatear. Después me tiraba en la cama, escuchaba algún disco y me quedaba dormido. Y al otro día al colegio otra vez, día tras día renegando de tener que levantarme temprano y prometerme falsamente que ese día me acostaría más temprano en la noche para dormir un poco más y levantarme más descansado y no sufrir tanto el proceso. Pero ¿iba a cambiar esas tardes y caminatas por Yerba Buena para dormir y levantarme descansado, privándome de las cosas que se aprendieron de lo vivido? Nunca. Y cuando pintaba un recital nos comunicábamos todos y salíamos a pegar afiches por todo el centro. Y por Yerba Buena también. Era un ritual. Cualquiera que haya visto a 20 personas pegando 100 afiches hubiese pensado que eramos muy inútiles para juntarnos tantos por tan poco trabajo. Pero la verdad es que todo eso era un aporte a la escena y un motivo más para juntarnos y compartir las cocas y las charlas. Y hacer el engrudo en alguna estación de servicio, ensuciar todo, que te puteen y que te les cagués de risa en la cara. Y pegábamos los afiches y así llegaban los recis y te percatabas de lo valioso que había sido la pegatina. No existía facebook por ese entonces, o no era muy popular, asi que a lo sumo usabas el fotolog (que tampoco era muy conocido) y el resto era boca en boca o msn. Y lo más copado de todo, era que siempre iba la gente. No importaba quien toque. Y por ahí extraño todo eso pero cabe recordar que mis días eran de secundaria y los pibes llevaban una vida no muy agitada. El día que decidimos todos ponernos las pilas, muchas de esas viejas actitudes quedaron en el camino. Y ahora cuando vas a un recital, si tenés tiempo y no tenés que trabajar o estudiar o preparar algún proyecto, te mirás a los ojos con todas esas personas que te mencioné antes de las tardes y las pegatinas, y parece que hubieran pasado 20 años, los ves medio lejanos a todos pero a la vez tan cerca, porque sintieron lo mismo que yo y sé que están tan contentos por verme, como yo por verlos a ellos y contarnos qué anduvimos haciendo en este último tiempo y nunca deja de sorprendernos. En esa época yo era consciente que se terminaba una etapa de mi vida, la del secundario y la vida light. Sabía que tenía que afrontar otro tipo de responsabilidad de ahí en más. Tuve miedo, el miedo lógico a lo nuevo. Fisher dijo en uno de sus libros "No puedo conocer lo desconocido si me aferro a lo conocido". De eso se trataba. Conocer lo desconocido. Pero ¿quién me quitaba el miedo? La cuestión es que llegaron las fechas en las que se dio ese punto de inflección en mi vida. Era gente nueva, de edades variadas. No era mi curso de secundario donde todos vivíamos al vicio y de vicio. De golpe tenía en frente gente con distintos ideales y creencias y que no tenían por qué caerme bien o yo caerles bien. Y lo pude afrontar, es cuestión de tiempo. Eso hoy ya es historia y se terminó. Ahora se vienen otras nuevas experiencias. Pero tengo menos miedo que antes, porque nos hacemos de experiencias. Y cada vez que me pongo a escuchar un disco, cada canción me hace recordar algún momento, con todas esas personas. Algunos recuerdos me sacan lágrimas, no por lo triste, pero porque ya se vivió y es simplemente melancolía. Me gusta recordar esas cosas. Nunca hay que olvidarse de dónde uno viene. Las raíces. Hoy ya no disponemos de los mismos tiempos. Algunos estudiando, otros trabajando. Otros ni siquiera en la provincia, otros ni en el país. Se complica en este seno. Pero son abanicos de opciones en otros senos. Siempre estarán vigentes. Siempre. ¡SIEMPRE!

Agua bajo el puente

La situación es de pura contradicción. Siempre me inculcaron: "Si te mandás, que sea con la verdad." Si me mando con la verdad para adelante me dicen "Ubicate". Yo soy de la idea que se hagan meter un alegre tren de miembros masculinos por el portal trasero. Porque la otra vez me embolé por la actitud que tuvo una persona y en una reunión se me dio por ser fiel a mis principios y a mis finales (¿?) y le dije de frente que estaba muy errado. Terminó en una discusión bardera y el ambiente tenso. Me voy y me salen a buscar para decirme que me ubique. QUE ME UBIQUE. Entonces ¿Cuál es? ¿Miento y trato de que todos me caigan bien y que yo les caiga bien? Re loco. Mucho calor en estos días. Pero siempre corre agua bajo el puente. La gente dice que es peligroso pero que se vayan todos a la mierda. Siempre va a haber algo nuevo para aprender con todos mis amigos... Siempre. ¡Siempre! En la entrada anterior me olvidé de contar cuando el Chino dijo "Nooo. El Buba nunca fue amigo mío... Tan solo compañero de las drogas y el alcohol" y cuando llegó el Buba lo idolatraba de tanta amistad. Una bestia. Me faltó eso. Qué cosas.

California Cotton Fields

Tarde del sábado. 19 hs para ser más preciso. Me voy a caminar solo por Yerba Buena porque me hace bien distraerme de ese modo. Se me ocurre ir a Musimundo a ver qué hay de nuevo. Llego y me encuentro con el 1º personaje de la historia: El Alegato. Me lo encuentro en la sección de DVD's mientras yo caminaba hacia los discos, previo paso por la sección libros donde nunca hay un solo puto título que me llame la atención. Nos ponemos a hablar con el Alegato y me empieza a citar autores noruegos, alemanes, holandeses y de todos los países que se les ocurran, algo muy típico en él porque es un chabón muy instruido en lo que es política, historia y sociología. Sabe mucho el pibe y estima que nosotros conocemos a todos esos mascabultos que menciona en sus charlas. La cosa es que miro para todos lados y le digo que siga hablando él, que yo me iba a ver los discos. Me dirijo hacia esa parte y al rato aparece el Alegato diciendo que acababa de ver un DVD que seguro me importaba mucho. Bueno, vamos para ahí. ¬¬ No lo encontraba y lo acababa de ver. No lo encontró jamás y nos fuimos a Yenny donde pegó tres libros que andaba buscando hacía tiempo. Salimos del Portal y nos vamos al Cristo a tomar una coca en el bar de Fabián. ¡Oh Sorpresa! Encontramos al personaje nº 2: El Chino. No voy a describirlo al Chino pero basta con decir que es un personaje de aquellos y que el viernes le habían dado vacaciones en el trabajo y había cobrado, asi que estaba escabiando desde las 3 de la tarde de ayer y ya eran las 9 y no podía parar. Sumado a un par de saques y un par de secas. Estaba para atrás. No había mesas en el bar porque es un bar de 2 mesas (!) y en una estaba el chino (que lo tratábamos de abortar) con un loco que nunca supimos quién es y él tampoco (más adelante cuento esa parte) y en la otra mesa estaba el loco Cachumba que es el jardinero que trabaja en diagonal a la casa del Negro y que solo nos saluda piola cuando está hasta el eje. En eso aparece el 3º personaje: El Negro. Él había sido invitado por el Chino para escabiar y nosotros lo encontramos ahí asi que todo bien. La cosa es que decidimos ir a la casa del Negro con el Alegato y el Chino. Yo también esperaba la visita del 5º personaje: El Grisho. Ya en lo del negro, se dan situaciones muy pero muy extrañas. Conversaciones aisladas que eran interrumpidas por el Chino, que a esa altura estaba re contra mil loco y no hilaba una frase coherente ni mantenía el equilibrio. Llega Grisho y aparece un 6º personaje: La Gi, que estuvo re inactiva.


Situación 1: Alegato, el Negro y yo hablábamos de un fanzine que hacía Dieguito, otro amigo nuestro y salta el Chino a decir:

C: Yo una vez leí unos libros de estos autores: (pausa de 20 segundos) Vivaldi... (10 segundos más) Bethoven.
A: ¿Pero esos no fueron compositores de música?
C: Si loco... pero yo estoy re loco así que me tenés que dejar hablar. (¿?).

Situación 2: El Negro le dice a Alegato que una amiga de él era de terror por xxxx razones y el Chino acota:

C: Loco, Sandro la tenía re clara. Yo si lo juzgo, lo juzgo mal. ¿Por qué lo juzgaría mal? (pregunta retórica) Porque si digo que se volteaba a muchas mujeres la estoy denigrando a la mujer... y loco... loco... la mujer es lo mejor que hay. Es lo mejor que puede existir, lo que te da el orgullo. Eso lo descubrí después de una vez que me quisieron robar la moto en un bar. (¿?)

Situación 3: El Chino después de media hora de inactividad comunicacional decide irrumpir el diálogo de los demás para contar la historia del casi robo de la moto.

C: Yo estaba en un bar sentado tomando una birra. Se acerca un pibe y me dice "Eh loco, te lustro los zapatos". Yo le digo que si porque estaba solo (?). Me empieza a lustrar los zapatos y lo escupe. Cuando lo escupe veo que otros cuatro vagos merodeaban cerca de mi moto y yo le digo "Loco, esa moto que ves ahí... esa moto es mía". Y después le tenía que pagar por el lustre y me dice que no eran ni 2 ni 5 pesos. Eran 10 pesos loco, 10 pesos. Y yo le digo "Bueno loco, te doy 5 pesos y vos vas y me traes ya un churro y yo me quedo aquí tomando esta birra" Y el loco va y me trae el churro y sale el Buba de cojerse una perra y yo le digo al chaboncito "Bueno loco, yo ahora te voy a pagar el vino. Pero yo ahora entro y cojo". (¿?).

Situación 4: Hablábamos con el Negro, Alegato, la Gi y Grisho, que ya había llegado, sobre las películas del momento. A todo esto y debido al estado en el que se encontraba el Chino, nadie lo tenía en cuenta para la conversación. Pero como no se podía quedar callado porque estaba re loco, decide hacer una sinópsis de 2012 mezclada con Avatar, pero él por ahí las confundía.

C: En el 2012 nos morimos todos loco. Vos Negro no vas a vivir un pingo en el 2012.
S: Eh Chino no le digás así al chabonardi. ¿Viste Avatar?
C: Si, si la vi loco.
S: ¿Y qué onda? ¿De qué se trata?
C: Y en Avatar los locos le quieren arrebatar... (30 segundos después en actitud muy pensante) pero al final no le arrebatan nada. Pero a mi me gusta más 2012 porque es más real. Porque en Avatar loco, los locos se suben al auto y el piso se mueve...
A: ¿Pero eso es en 2012 o en Avatar?
C: Bueno loco, en 2012. Estoy re loco, da igual la película. (¿?).

Situación 5: Le suena el celular al Chino... se levanta y mientras habla se tambaléa. Se escucha que invita a alguien a la casa del Negro y todos dicen "Nooo, la noche que te espera con estos coches". Vuelve el Chino y...

N: Chino... ¿Con quién hablabas?
C: No se loco, no tengo idea. (Risas). (Se cae en un desnivel en el pasto. Se levanta) Ahora se viene la adrenalina... Se viene el estallido. (¿?).

Situación 6: Hablaban de San Martín, de Atlético y de los hinchas... En eso llega el Buba, que es como la sombra del Chino.

C: Buba... ¿O no que en el Oeste 2 son todos de San Martín? Vos sabés Buba...
B: (Enojado porque no entendía nada y porque estaba loco y machado) Si Chino, si yo se pero ¿qué tiene que ver? Yo no entiendo de qué tema están hablando.

Situación 7: Se van Buba y el Chino. Cada uno en su moto. Todos nos asomamos a la tapia a ver cómo se iban porque no podían ni caminar de la locura que tenían. Se pone el Buba a la par del Chino que tardó poco más de 10 minutos en arrancar la moto.

C: Si está todo bien loco. (¿?).
B: Si Chino. Nosotros ahora nos vamos.
C: Si loco, está todo bien.
B: Hay que ir despacio y con cuidado Chino... No tenés por qué acelerar. (¿?).



Monumentales esas situaciones. Qué lastima no tener un video o una foto del Chino y el Buba. Qué players.